Comparto con ustedes la cita estoica de hoy:
“Hemos de tender a que todos los vicios del vulgo no nos parezcan odiosos, sino risibles, y a imitar a Demócrito antes que a Heráclito. Pues éste, cada vez que se presentaba en público, lloraba, aquél reía; a éste todo lo que hacemos le parecía una desgracia, a aquél una estupidez. Hay que restarle importancia a todo y aguantarlo con una actitud optimista: es más humano reírse de la vida que reconcomerse por ella.”
Sobre la tranquilidad del espíritu 15:2
Séneca
¿Con qué mensaje me quedo hoy?
Primero, la importancia que nada tiene. El mismo maestro nos lo está diciendo fuerte y claro: nada tiene tanta importancia como nos lo parece de primera vista. Cuando crecemos de repente la vida nos parece seria e importante: nuestros títulos, nuestras posesiones, nuestro honor y buen nombre. Todo lo cual carece de importancia si no contribuye al cultivo del buen vivir.
Segundo, recordemos que para el estoicismo no son las cosas externas las que nos provocan sufrimiento, sino que es nuestro propio juicio respecto a dichas situaciones lo que nos pone mal, como dice el refrán popular: el dolor es inevitable, sufrir es opcional.
Tercero, para Séneca la risa es un sentimiento más propiamente humano que la desolación y congojo. ¿Hemos de ser humanos? Seamos humanos con tendencia a la risa, a reírnos de nosotros mismos y de nuestros asuntos harto importantes. ¿Cuándo fue la última vez que te dolió el estómago de tanto reír?
Los invito a abrir la conversación y compartan en los comentarios cuál es su opinión al respecto de la cita.
¡Muchas gracias por leerme y nos leemos mañana!
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